lunes, 14 de julio de 2014

Estupefacientes



Estaba en tu jardín. Se oía el canto de los pájaros.
Estaba en tu sueño ¿Acaso el olor de los jazmines suena como mil violines?
Era ayer. La suela de mi mocasín lloraba azules nebulosos.
¿Y?
Nada.
Sonreír no es solo mostrar los dientes.
Es solo que las alturas me hacen llover.
No fue tu sombra de mazapán.
No fue el sol.
¿Y?
Nada.
Era eso que no era, que desfallece allí.
El zaguán del último lucero.
La inquisición de toda incertidumbre.
Mi terrible adicción a la mediocridad.

Nada.

CHAU!

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